Usa la escritura para transformar tu mente

¿Sabías que a través de la escritura puedes cambiar la forma que tienes de ver el mundo?
En el blog de hoy, quiero compartir contigo una de las habilidades más poderosas, que te permitirá cambiar tu vida en numerosos ámbitos. Desde mejorar tu comunicación para transmitir ideas de forma contundente, hasta aprender a pensar y a conocer tu mundo interno de una forma más óptima, para sanar y mejorar. Hoy, quiero mostrarte por qué escribir puede cambiar tu vida y cómo puedes empezar hoy mismo.

Breve historia de la escritura

Lo malo de la memoria es que es limitada, y que la información almacenada en ella muere con la muerte del cerebro. Está claro que podemos transmitir información, pero con cada transmisión partes de esa información tiende a perderse. Entre el 3500 y el 3000 a.C. los sumerios inventaron la escritura, debido al aumento de la población y en consecuencia, el aumento de la información que debía almacenarse. Como dato curioso, de su sistema numérico de base seis hemos heredado las 24 horas del día y los 360 grados del círculo. 

Los mesopotámicos añadieron más símbolos al sistema sumerio, llegando a lo que hoy conocemos como escritura cuneiforme. A su vez en Egipto aparece la escritura jeroglífica. Con el tiempo y nuestra necesidad de almacenar información, la escritura ha evolucionado de tal forma, que hoy podemos escribir y transmitir cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, gracias a nuestra escritura completa. 
Está claro que para llegar a este punto, hemos tenido que trabajar mucho en el perfeccionamiento de esta habilidad, pero, aparte de la recopilación de información necesaria para la organización de una sociedad, ¿qué nos ofrece la escritura para que sea tan importante?

La importancia de la escritura

Punto 1: Nos enseña a pensar
La escritura no solo implica poner palabras en un papel; es un ejercicio de pensamiento. Cuando escribes, ordenas tu mente, filtras lo innecesario y encuentras claridad. Las ideas que antes parecían caóticas comienzan a tener una estructura. Esto no solo nos ayuda a entender mejor nuestros pensamientos, sino que mejora nuestra capacidad resolutiva y nos permite tomar mejores decisiones en general. 
Imagina que la vida ha puesto un gran desafío ante ti, un problema que no sabes por dónde atacar. El hecho de escribir sobre él puede ayudarte a dilucidar las opciones que tienes. Te permitirá ver el problema desde múltiples perspectivas, entenderlo de una forma más completa. Los problemas forman parte de la vida, y muchas veces pueden resultar frustrantes. Cuando te sientas abrumado, prueba a escribir tus pensamientos en un papel. Identifica los patrones o ideas principales y priorízalas. Verás que tu perspectiva cambia por completo, y que esa sensación de estar atrapado en tu mente desaparecerá. 
Recuerda, convertir tus pensamientos en palabras te ayudará a encontrar soluciones más claras, y de forma más eficiente. 

– Punto 2: Desarrolla el pensamiento crítico
La escritura puede mejorar la capacidad de pensamiento crítico de varias maneras. Para escribir, es necesario elegir las palabras correctas en el orden adecuado. Te obliga a pensar profundamente en lo que estás tratando de comunicar. Al elegir cuidadosamente las palabras correctas, organizándolas en frases precisas y construyendo oraciones coherentes, estás entrenando tu mente para analizar, sintetizar y articular ideas de manera efectiva. En esencia, es un proceso que te obliga a reflexionar sobre lo que realmente quieres decir, estás obligando a tu mente a pensar. Al hacerlo, afinas tu capacidad de análisis y te vuelves más crítico con tus propias ideas. La escritura te convierte en un mejor pensador. 
Quédate con estas 3 ideas: 
Encontrar la palabra precisa te obliga a considerar diferentes perspectivas.
Organizar las frases te ayuda a identificar las conexiones entre tus ideas y a construir argumentos mejor formados.
Construir oraciones coherentes te permite comunicar tus pensamientos de manera clara y persuasiva. 
Ahora, quiero que tomes un tema complejo que te interese y que escribas un argumento a favor y otro en contra. Esto fortalecerá tu pensamiento crítico, ayudándote a pensar fuera de la caja. Inténtalo. Ten en cuenta escribir sobre temas que consideres importantes. Al hacerlo, te desafías a ti mismo a examinar tus propias creencias y a desarrollar una comprensión más profunda de los temas que te interesan. Este proceso de autoexploración y análisis es fundamental para el desarrollo del pensamiento crítico. 

– Punto 3: Aumento de la competencia en cualquier ámbito
Piensa que la escritura es la base de una comunicación efectiva. Si puedes explicar tus ideas por escrito, puedes transmitirlas con claridad en cualquier contexto. Esto impacta directamente en tu vida profesional y personal. Al igual que nos enseña a pensar, la escritura también nos enseña a hablar, mejorando drásticamente nuestra capacidad para transmitir una idea. El dominio de la escritura y la expresión oral otorga autoridad y competencia. De poco sirve tener una idea si no somos capaces de comunicarla, para transformarla de forma correcta. En esencia, una buena escritura es el puente entre tus ideas y el mundo. Recuerda que las personas que logran el éxito en diversos ámbitos de la vida suelen ser excelentes comunicadores, capaces de articular claramente sus objetivos y persuadir a otros. 
Imagina poder explicar tus puntos de vista en el trabajo, en una relación o en un proyecto de manera que los demás lo entiendan perfectamente. Escribir bien te permite conectar, inspirar y convencer. ¿Quién no quiere eso? Cuando comunicas con claridad, las oportunidades llegan solas. 

– Punto 4: Conecta contigo mismo
Más allá de la productividad, la escritura es una herramienta que nos permite conocernos mejor. A través de la escritura somos capaces de explorar nuestras emociones y sentimientos de una forma mucho más profunda. Nos permite descubrir qué es lo que queremos realmente, reflexionando sobre nuestra vida de una forma más sencilla. 
Por otro lado, ten en cuenta que al escribir, damos forma a nuevas ideas, a conclusiones a las que nunca habríamos llegado si no nos hubiéramos parado a escribir y reflexionar sobre lo que ronda nuestra mente. Por ello, debemos tener presente que escribir también es una actividad creativa. Cuando escribes, experimentas con nuevas perspectivas y exploras tu imaginación. Aunque no te consideres una persona creativa, esta práctica puede desbloquear nuevas formas de pensar en cualquier área de tu vida. Te invito a intentarlo. 

Cómo aprender a escribir

– Lee más 
La escritura y la lectura van de la mano. Cuanto más leas, más inspiración tendrás para escribir, y mejores serán tus habilidades. Ampliarás de forma significativa tu vocabulario y tu capacidad de comprensión de la estructura del lenguaje, lo que te permitirá transmitir una misma idea de muchas formas diferentes. Al leer, fíjate en cómo los autores estructuran sus ideas, eligen palabras y desarrollan sus argumentos.
En esencia, la lectura es la gasolina para la escritura, por lo que te animo a leer libros, artículos o incluso blogs sobre temas que te interesen. Todo suma. 

– Escritor por práctica, no por talento
El miedo y la incertidumbre al adoptar un nuevo hábito son tan normales como comprensibles, pero ten en cuenta que  no necesitas ser Shakespeare para empezar. Nadie nace sabiendo, y la escritura es una habilidad que se construye con constancia. Aunque al principio parezca difícil, con cada palabra que inmortalices en el papel, estarás mejorando. Paso a paso, palabra por palabra. La clave está en practicar todos los días, aunque sea un poco. Dedica tiempo diario a la escritura, adopta el hábito de escribir con regularidad, y verás la mejora y sus beneficios con el tiempo. Aprovecha para escribir sobre temas que te resulten importantes y te llamen la atención, que te hagan reflexionar sobre tus propias creencias y verdades. Tú puedes. 

– Empieza con un diario
Hablando de escribir, a cuánta gente le da vergüenza tener un diario, y qué útil puede llegar a resultar. Te animo a romper esa creencia sobre los diarios y a empezar el tuyo propio. Dedica 10 minutos al día a escribir sobre tus pensamientos o metas. No importa si no es perfecto, lo importante es empezar. Pese a lo que indica su nombre, no tiene porque ser todos los días, pero dedicar unos minutos semanales a escribir cómo te sientes puede ayudarte a identificar patrones en tus emociones y comportamientos. Ya que nos ponemos a escribir, que nos ayude a sanar y a conocernos mejor a nosotros mismos, ¿verdad?. 

– Revisa y edita
Aprende y coge la costumbre de releer lo que escribes para ver donde debes mejorar. Con el tiempo, notarás cómo tus textos se vuelven más claros y efectivos, habrás aprendido cosas nuevas, y ahora podrás aplicar ese conocimiento a tus antiguos textos. Esto no solo será un refuerzo positivo al ver lo mucho que has avanzado, sino que te ayudará a afianzar ese aprendizaje y a buscar nuevas cosas en las que mejorar para seguir avanzando. 
Recuerda prestar atención a las palabras que escoges para transmitir tus ideas; es esencial elegir las palabras correctas y organizarlas en frases bien construidas. 

La constancia es la clave

Escribir bien no es un don caído del cielo; es una habilidad que se construye con práctica. Si empiezas con pequeños pasos y escribes de forma constante tal y como hemos aprendido, la mejora con el tiempo será tan sorprendente como inevitable. Empezar a escribir es una de las mejores decisiones que puedes tomar para mejorar tu vida, y ahora que ya sabes porque, lo dejo en tus manos. Trabaja en los puntos que hemos visto a lo largo del blog, y te irá bien, te lo aseguro.
Queridos amigos, nos vemos en la próxima.