¿Por qué no TÚ? | Un pulso contra tu mente
¿Alguna vez has sentido que no eres suficiente? Que no importa cuánto te esfuerces, siempre hay alguien mejor, más preparado o más creativo que tú. Admiramos a personas que parecen tenerlo todo, a sus grandes ideas y su forma única de expresarse, con esa confianza aparentemente inquebrantable. A menudo creemos que nunca podremos llegar ahí, pero hoy, estamos aquí para romper con una gran pregunta: ¿Y por qué no tú?
Acompáñame.
El reflejo roto del espejo
Hoy en día compararse es más fácil que nunca. Parece que por mucho que nos esforcemos siempre hay alguien mejor y con más éxito que nosotros. Ya sea al fijarnos en un compañero de trabajo cuyas ideas siempre parecen mejores, o en los grandes oradores de nuestra época, que parece que articulan sus palabras como nunca se nos hubiera ocurrido. Personas con ideas propias y objetivos bien establecidos. En esencia, el sentimiento de que no somos suficientes se adueña de nuestra mente, nos sentimos paralizados y no sabemos cómo avanzar. Parece que conseguir aquello que nos apasiona no está entre los planes del destino.
Es aquí donde las excusas como “no es el momento”, “no tengo tiempo” o “no estoy preparado”, empiezan a formar parte del día a día y se convierten en cadenas para la acción que nos frenan y nos hacen sentir que no somos suficientes. Luchar con esa voz interna no es tarea fácil, pero si hoy estamos aquí es para comprender que esto no tiene por qué ser así, que ese sentimiento no define quien eres, y qué eres tan capaz como cualquier otra persona para ser tú quién consiga estar donde quieres estar. A lo largo del video vamos a ver las claves que te ayudarán a romper con las razones que te hacen creer que no vales, para que empieces a pensar en los motivos por los que sí. Veamos cómo cambiar la perspectiva.
El Poder del “Por qué”
Punto 1: Encuentra el por qué
El primer paso para romper con esas creencias que nos hacen sentir inferiores al resto, es tener un objetivo bien establecido, que responda a la pregunta ¿por qué? ¿Cuál es el motivo que ha traído aquí? A menudo erramos al responder esta pregunta con motivos externos como el dinero o la fama, pero lo realmente importante aquí es encontrar el motor interno que guíe nuestras acciones. En psicología, esto se llama motivación intrínseca, esa fuerza que nace de nuestro interior y que es mucho más poderosa que cualquier recompensa externa.
La satisfacción de las recompensas externas, digamos por ejemplo el dinero, duran menos de lo que creemos. Puede que al principio nos motive y nos dé fuerzas para continuar, pero llegará un punto en el que deje de tener tanta importancia, y ya no sea una razón que nos impulse hacia el progreso. Con una motivación intrínseca bien establecida, esto no pasa: alinear nuestro propósito con una razón de peso, como puede ser ayudar a los demás o cuidar de nuestra familia, es una poderosa forma de mantenernos motivados en la persecución de nuestros objetivos.
En los momentos difíciles, cuando te preguntes: ¿Por qué? ¿Por qué estoy trabajando tan duro? ¿Qué me impulsa a ir más lejos y ser mejor? Las respuestas estarán claras, porque el motivo y la razón de tus acciones tendrán un peso incomparable.
Para ello, debes crear una lista con esos “por qué´s”. Una vaga idea de lo que queremos no sirve de nada. Necesitas conocer en detalle los motivos, la razón que te haga levantarte con ilusión cada mañana para perseguir tus metas con una pasión inquebrantable. En esencia, una lista detallada y emocionalmente resonante. Tómate un tiempo para reflexionar y anota todas esas razones poderosas que te impulsan a crecer.
Punto 2: Un camino claro
“Si el por qué es poderoso, el cómo es fácil”. Jim Rohn
Aquí está la clave. Una vez establecida nuestra visión y nuestros propósitos de una forma sólida, los obstáculos cada vez son menos intimidantes. Todos los obstáculos de los que hablábamos al principio, vienen de la mano de no saber qué debemos hacer. Nos fijamos en el resto y parece que están bendecidos, pero en realidad, en lo que deberíamos fijarnos es en aquello que no se ve a simple vista. Todas las personas a las que admiramos, en cualquier ámbito en el que nos fijemos, estuvieron en el mismo punto en el que estás tú. Como decía el filósofo Bernardo de Chartres, somos enanos subidos a hombros de gigantes. Todas esas personas se inspiraron en alguien que en su momento, estaba en un nivel inalcanzable para ellos. Pero esto no debe ser un motivo paralizante, debe ser una razón más por la que luchar para llegar a estar donde ellos están. De ahí lo de cambiar la perspectiva.
Los motivos están claros y sabes hacia donde dirigir tus esfuerzos. Ahora debes establecer cómo. Gracias a que tu por qué es poderoso, ahora podrás beneficiarte de lo que antes eran obstáculos. Ya no te compararás con el resto para sentirte inferior, sino para aprender de ellos y saber en qué debes trabajar; hacia dónde dirigir tus esfuerzos. Créeme cuando te digo que, en este punto, las excusas empiezan a perder su fuerza, ya que con un motivo poderoso, tendrás tan claro como actuar que no podrás resistirte a tomar acción.
Punto 3: ¿Y por qué no tú?
Ahora quiero darte un poderoso antídoto contra las creencias limitantes. Responder al “por qué no”, es una tarea muy sencilla. Su respuesta nos llena la cabeza de innumerables motivos por los que no somos lo suficiente para esto o para aquello. Bien, quiero que le des la vuelta a la pregunta: ¿Y por qué no tú? ¿Por qué no ibas a ser tú esa persona destinada a cambiar vidas? ¿Por qué no ibas a ser tú ese médico, ese profesor, o ese orador en quien te quieres convertir? Ya te respondo yo: por ninguna razón. Tienes el cerebro, tienes la capacidad de tomar decisiones, de estudiar, de cambiar tu vida y de crecer. Entonces, ¿qué te detiene? Absolutamente nada. Tienes tus objetivos claros, con razones de peso que los respaldan; sabes lo que debes hacer, en quien inspirarte y en qué trabajar. Ahora solo queda dejar de lado las excusas y empezar a abrazar tu potencial.
También es esencial que tengas esto en mente. A lo largo de la historia, muchas personas a las que ahora admiramos fueron rechazadas en múltiples ocasiones, o sus ideas tachadas de locuras. Pensad por un momento en Nicolás Copérnico. En su época, se consideraba que la Tierra era el centro del Universo, y que tanto el sol como los planetas giraban a su alrededor, concepción conocida como teoría geocéntrica. Copérnico teorizó de forma acertada, que el sol estaba en el centro, y que eran los planetas los que giraban alrededor de él, la conocida como teoría heliocéntrica. Como habréis imaginado, nadie lo tomó enserio. Pero años más tarde, Galileo abrazó la teoría heliocéntrica de Copérnico, y siguió trabajando en la idea. Aunque iba en contra del pensamiento de la época y aún faltaba mucho para que la teoría fuera demostrada, se mantuvieron fieles a sus ideas. Años más tarde, gracias a descubrimientos como el de las órbitas elípticas de Kepler, o los cálculos de Newton que dieron sentido a la teoría, se descubrió que estaban en lo cierto.
Ahora os estaréis preguntando, qué hace un psicólogo hablando de astronomía. Mi intención, es que cada vez que os sintáis incapaces o que vuestras creencias limitantes os bloqueen, os acordéis de Copérnico, y confiéis en vuestras ideas y en vuestras capacidades.
El momento es ahora
Esperas un tren que nunca llegará
Tenemos la tendencia a pasar nuestra vida esperando. Esperamos el fin de semana, las vacaciones, la jubilación. Si en algo coinciden nuestros ancianos, cuyas palabras tienen mucho valor al haber pasado por tanto, es que la vida se traduce en un efímero suspiro. Parece que todos se ponen de acuerdo cuando se les pregunta si hubieran cambiado algo de su pasado: hubiera hecho esto, me hubiera atrevido a hacer aquello… “Atrevido a hacer aquello”. Curioso, que todos ellos hubieran querido dar el paso y atreverse a más. Me parece una bonita lección que nos invita a pensar que solo tenemos dos opciones: empezar ahora o arrepentirse más tarde. ¿Qué eliges? ¿Qué quieres sentir cuando mires atrás en el tiempo? Toma un momento para pensarlo.
El problema es que tomar acción es difícil. Decidimos dejar las cosas para mañana y en el fondo de nuestro corazón nos arrepentimos. Sabemos que no estamos haciendo lo correcto. Para sentirnos mejor decimos que hoy no cuenta, que mañana empezamos. Pero mañana es un día más como otro cualquiera, y como otro día, tus hábitos y costumbres pueden contigo y acabas en un círculo vicioso, esperando al mejor momento. Algo te distraerá, algo no irá como lo habías planeado, y todo quedará en nada. El caso es que si continúas así puedo asegurarte algo: nada cambiará.
El primer paso es darse cuenta para romper con la cadena. Además, ¿por qué no ahora? ¿Por qué no iba a ser este el momento perfecto? Una vez leí que el momento perfecto fue aquel en el que no tomaste acción y te dejaste distraer; el siguiente momento perfecto es en el que estás ahora mismo. No hay mejor momento que el presente para tomar acción. Por eso te invito a comprometerte contigo mismo y a que des el primer paso hacia tus metas hoy. No esperes más, y actúa.
No te limites
“Cuando tienes 20 años, te importa lo que todos piensan de ti, cuando tienes 40 años dejas de preocuparte por lo que todos piensan, cuando tienes 60 años, te das cuenta de que nadie estaba pensando en ti en primer lugar”. Winston Churchill
La gente vive sus vidas, y están inmersos en la cotidianidad, demasiado para reparar en las acciones del otro. Si, en algún momento serás víctima de una crítica sin mayor fundamento que la necesidad de la gente de soltar lo primero que se les viene a la cabeza sin ningún tipo de filtro o reflexión. Pero lo más probable es que cuando lleguen a casa, ya no rondes sus pensamientos. ¿Qué quiero decir con esto?
Lo que quiero decir es que nos paraliza el hecho de pensar sobre lo que van a opinar los demás de nuestro proyecto personal, estilo de vida o de la razón misma por la que hacemos las cosas que hacemos. Pero es necesario dejar ir al miedo, para empezar a tomar acción y perseguir esos porqués en los que hemos estado trabajando a lo largo del video. No tengas miedo de dar vida a tus sueños por miedo a lo que piensen los demás. Y si en algún momento tienes que volver a este video, por que no tengas claro todavía cuáles son esos objetivos y quieras trabajar en ellos, quiero que tengas en cuenta lo siguiente: no tengas miedo de soñar a lo grande. No quiero que te limites. ¿Y qué si los demás piensan que tus metas son imposibles o tus ideas propias de un loco? Solo las personas que son lo suficientemente valientes para pensar en una dirección poco convencional, son capaces de cambiar las cosas. No lo olvides.
Ahora, coge impulso
Siempre os insto a pensar por vosotros mismos, y en este contexto me parece importante cerrar el video con esta idea. Quiero volver un momento a la frase de Bernardo de Chartres: somos enanos subidos a hombros de gigantes. Considero esta metáfora una forma bonita de explicar que nuestros logros, ideas y descubrimientos no surgen del vacío. Todo lo que logramos se apoya en el trabajo, las ideas y las luchas de quienes nos precedieron. Somos “enanos” porque no tenemos su grandeza o su experiencia, pero al estar “sobre sus hombros”, tenemos una perspectiva más amplia, podemos llegar más lejos y ver más allá de lo que ellos pudieron. Pensad en la historia de Copérnico de la que hablábamos antes. ¿Cuántos astrónomos, como Galileo, se han apoyado en sus hipótesis, para otorgarnos el conocimiento que hoy tenemos a nuestro alcance? Seguro que esas personas también estuvieron en la misma circunstancia, incluso puede que dudaran de sus capacidades, pero continuaron y ahora les recordamos como grandes mentes.
Esta es la cuestión. Debemos apoyarnos en ellos, pero no se nos debe olvidar reflexionar sobre sus ideas. Me explico: una cosa es inspirarse y otra muy diferente copiar. Solo hace falta buscar un poco en redes para que aparezcan innumerables personas con frases e ideas clónicas. No tengo nada en contra, pero debemos aprender a pensar por nosotros mismos en vez de simplemente copiar al resto, coger impulso con sus ideas y añadir esos matices que nos hacen únicos. A menudo, la gente a la que admiramos no dice algo novedoso que nunca nadie haya dicho, sino que articulan sus palabras de tal forma que logran hacer click en la mente del resto, lo cual percibimos como genialidad. Son brillantes, porque son ellos mismos, y porque han escogido el camino difícil durante mucho tiempo: reflexionar profundamente sobre las ideas de los gigantes en cuyos hombros están subidos.
Es el momento de ser tú mismo
Hagas lo que hagas, recuerda que lo más valioso que tienes es tu forma única de ver las cosas. Lejos de sentir que no vales, debes ser consciente de que tu perspectiva puede ser un regalo para aquellos que no son capaces de ver las cosas que tu ves o de crear aquello que creas.
Recuerda reflexionar sobre las preguntas clave que hemos ido viendo a lo largo del video, y te aseguro que encontraras respuestas, no me cabe ni la menor duda. Dicho esto, espero que hayáis disfrutado del vídeo y que os haya sido de ayuda. Queridos amigos, nos vemos en la próxima.