Así es como te manipulan | Las 10 estrategias de manipulación de Noam Chomsky

¿Alguna vez te has preguntado por qué aceptamos ciertas ideas o decisiones sin cuestionarlas? ¿Por qué pareciera que nuestras preocupaciones reales quedan opacadas por noticias irrelevantes o distracciones constantes? Esto no es casualidad. En un mundo donde la sobreinformación está a la orden del día, es fácil caer en trampas psicológicas que nublan nuestro juicio y nos impiden reflexionar de forma óptima. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que puedes protegerte de cada una de ellas? Acompáñame a analizar las 10 estrategias de manipulación de Noam Chomsky. 

¿Por qué es necesario conocer estas técnicas?

Conocer las estrategias de manipulación es fundamental porque nos permite reconocer los mecanismos que buscan desactivar nuestra capacidad crítica y analítica. En esencia, estas técnicas están diseñadas para que aceptemos sin cuestionar lo que nos dicen, como si fuéramos incapaces de razonar por nosotros mismos. Esto no solo afecta nuestra comprensión de la realidad, sino también nuestra capacidad para identificar las causas de los problemas que enfrentamos y buscar soluciones. Por otro lado, el uso de estas estrategias perpetúa y refuerza un modelo social donde el consumo y la superficialidad están a la orden del día, lo cual trae consigo múltiples inconvenientes para la mente humana. 

Si bien son técnicas empleadas por las personas influyentes para mantener su poder (por lo menos desde el prisma del autor), estas estrategias pueden emplearse por cualquier persona con diversos fines. Es por ello que, dejando al margen la política, considero pertinente aprender a identificarlas, para poder protegernos de ellas. Entender cómo funcionan estas estrategias es el primer paso para liberarnos de su influencia y recuperar nuestra capacidad para cuestionar, decidir y actuar en favor de nuestras vidas y nuestra comunidad. 

Las 10 estrategias de manipulación

Distracción
La distracción es el elemento más importante de la lista. Esta estrategia consiste en sobrecargar al público con información trivial y distracciones constantes para evitar que se concentre en los problemas que realmente importan. Noticias sensacionalistas, programas de entretenimiento vacío, y un sin fin de productos destinados a mantener tu mente ocupada. Como si de un truco de magia se tratara, cuando deberíamos centrar nuestra atención en un evento o circunstancia trascendente, aparece un elemento de distracción que atrae la mirada de la población como un imán. De esta forma, se mantiene la sociedad ocupada y pasiva, sin tiempo para la reflexión crítica. En esencia, mantiene al público ocupado, sin tiempo para reflexionar, con su atención lejos de los verdaderos problemas. 

Crea problemas y ofrece soluciones
Este método también se conoce como problema-reacción-solución. Esta técnica implica crear un problema de manera deliberada (o permitir que se intensifique), generar una reacción de temor o indignación en el público y, finalmente, ofrecer una solución que ya estaba planeada. A lo largo de la historia se ha empleado esta técnica, por ejemplo, dejando que la violencia urbana aumente para luego proponer leyes de seguridad que restringen las libertades civiles. La clave está en que el público, alarmado por el problema, termine demandando la solución que desde un principio se buscaba implementar. En esencia, se crea un problema, una situación prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desean implementar. 


Gradualidad
La estrategia de la gradualidad se basa en implementar cambios de manera progresiva, en pequeños pasos a lo largo del tiempo. Esto reduce la probabilidad de una fuerte resistencia inicial, ya que cada cambio individual parece menor y menos grave. Con el tiempo, se acumulan los cambios y la sociedad termina aceptando una nueva situación que habría sido rechazada si se hubiera introducido de golpe. En definitiva, para hacer que se acepte una o muchas medidas inaceptables, basta aplicarlas gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos.

Doloroso, pero necesario
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como dolorosa, pero necesaria, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. 
En términos generales, nos suele resultar más sencillo aceptar el sacrificio futuro que el inmediato, básicamente porque no tenemos que preocuparnos ni esforzarnos por él en estos momentos. Por otro lado, la mente humana tiene la tendencia de esperar una mejoría en el futuro que evite la necesidad de dicho sacrificio. En definitiva, se le ofrece más tiempo al público para que se acostumbren a la idea del cambio, y acaben aceptándola.  

Infantilización
La mayoría de la publicidad televisiva dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y una entonación particularmente infantil. Cuanto mayor sea el engaño, mayor es la tendencia a adoptar un tono infantil. De esta forma, al hablar con una persona como si tuviera 12 años de edad, influenciamos su respuesta, logrando una reacción desprovista de un sentido crítico, como si la persona realmente tuviera 12 años. En esencia, al tratar al público como niños, con discursos simples y argumentos básicos, se disminuye la capacidad de las personas para pensar críticamente y cuestionar la información recibida. Esta estrategia funciona porque la mente humana es muy susceptible a la sugestión, lo cual nos convierte en seres propensos a aceptar la autoridad y sus ideas presentadas. 

Manipulación emocional
Todos hemos oído hablar de la manipulación emocional en algún momento. En esencia, este tipo de manipulaciones ocurren cuando alguien utiliza las emociones de otra persona para influir en su comportamiento o decisiones. Esto se logra explotando vulnerabilidades, generando culpa, miedo o dependencia, e incluso distorsionando la percepción de la realidad. Desde la psicología, se entiende como una dinámica de poder donde el manipulador busca controlar al otro, ya sea consciente o inconscientemente. 
Por otro lado, al apelar a los sentimientos como el miedo, la ira o la empatía, se pueden crear respuestas inmediatas y poco reflexivas en la otra persona. En esencia, esta táctica busca anular el lado racional de las personas para que no se detengan a considerar los detalles o las posibles motivaciones ocultas detrás de las acciones del manipulador. En cambio, se quedan con una idea general manipulada que aceptan como verdad. 

Un público ignorante
Mantener a la población ignorante o controlar su acceso al conocimiento ha sido una estrategia recurrente a lo largo de la historia. Un ejemplo ocurrió durante la Edad Media en Europa, donde gran parte del conocimiento estaba bajo el control de la Iglesia. Solo unos pocos, principalmente clérigos, tenían acceso a la educación y a los textos religiosos y filosóficos. El uso exclusivo del latín en los textos religiosos y académicos impedía que las masas comprendieran las escrituras o se educaran, y las traducciones a lenguas vernáculas, fueron prohibidas y perseguidas durante siglos. A su vez, las personas en el poder decidian que información se difundía, y existía una censura implícita, donde los temas que no estaban en línea con la doctrina religiosa eran ignorados o suprimidos. 
Por otro lado, a lo largo de la historia, diversos líderes han restringido la educación y manipulado el acceso al conocimiento, promoviendo, por ejemplo, la quema de libros.  
Una población sin acceso a la educación es más fácil de manipular, menos propensa a cuestionar las estructuras de poder y, en definitiva, más maleable. En resumen, mantener al individuo en la ignorancia debilita el pensamiento crítico y la capacidad de análisis. 

Referentes mediocres
Hoy en día, los medios de comunicación y las redes sociales promueven estilos de vida superficiales y materialistas que la sociedad tiende a adoptar en la medida de lo posible. Esta estrategia busca crear un público dócil y una sociedad de consumo, cuya máxima preocupación sea llegar a fin de mes con el último smartphone de alta gama en sus bolsillos. 
La moda de lo vulgar y lo inculto está a la orden del día, llegando incluso a ridiculizar a las personas que se interesan por la lectura o el estudio, o priorizan su salud antes que el placer. En cambio, quienes son un referente para los jóvenes o incluso las naciones, a menudo no promulgan estilos de vida saludables ni equilibrados, dejando atrás toda lógica. De esta forma, los individuos aceptan lo mediocre, y no aspiran a más; una sociedad con una idea clara en la cabeza: mientras mis comodidades no desaparezcan, no tengo de qué preocuparme. 

¿Quién tiene la culpa?
¿Es el individuo el culpable de sus propias desgracias? Puede que sí, o puede que no. Lo que sí está claro es que hacer que las personas se sientan culpables de sus propios problemas, en lugar de cuestionar el sistema social o económico, es una táctica efectiva para evitar la rebelión. Una narrativa que culpe a los individuos por su falta de éxito, sugiriendo que sus dificultades derivan de la falta de esfuerzo, inteligencia o capacidad, desvía la atención de las desigualdades estructurales y del papel que juegan las personas con poder en la perpetuación de la injusticia. Podemos estar o no de acuerdo, pero sea como sea, para mi todo apunta a una dirección: la actitud crítica. Una persona inmersa en su culpa, no es capaz de ver más allá, y la narrativa interna negativa adueñada de su mente, no le permite salir de ese círculo vicioso. Pero hablaremos de ello más adelante. 

Ratas de laboratorio
El avance de la tecnología trae nuevos descubrimientos que a menudo, se utilizan para pulir y generar nuevas formas de manipulación cada vez más fructíferas. El marketing, por ejemplo, ya emplea técnicas de neurociencias para medir las respuestas del público ante sus anuncios o campañas, aumentando así el impacto en la psique humana. La ciencia y la tecnología traen consigo grandes avances, muchos de ellos con un gran impacto positivo en la sociedad, pero, ¿dónde está el límite? ¿Podrá la tecnología conocernos mejor de lo que lo hacemos nosotros mismos? Solo el tiempo lo dirá. 

¿Cómo podemos protegernos?

Protegerse de las estrategias de manipulación requiere consciencia, pensamiento crítico y la construcción de hábitos que fortalezcan nuestra autonomía frente a las influencias externas. 

– Punto 1: Pensamiento crítico
La manipulación prospera en la ausencia de reflexión. Cuestiona las noticias, mensajes y contenidos que consumes. Pregúntate: ¿Qué intención podría haber detrás de este mensaje? ¿Están dándome toda la información? El pensamiento crítico nos ayuda a identificar sesgos y a no aceptar información superficial como verdad absoluta. Además, gracias a los puntos que hemos ido tratando, serás capaz de identificar las manipulaciones y reconocer las intenciones detrás de la cortina, si mantienes los ojos abiertos ante el mundo que nos rodea.  

Punto 2: Evita la distracción
Es increíble el tiempo que malgastamos dedicado a consumir contenido vacio en redes o programas de televisión. Si bien no es necesario evitarlos por completo, debemos limitarlos y priorizar otro tipo de consumo más útil que fomente tu crecimiento personal y comprensión del mundo. Por otro lado, es preciso comprender que vivimos en la era de la sobreinformación. Este exceso de información, especialmente en redes sociales, puede sobrecargar tu capacidad de discernimiento. Quita el piloto automático y practica un consumo consciente, eligiendo qué y cuánto contenido consumir cada día. 

Punto 3: Cultiva tu mente
Una de las herramientas más poderosas contra la manipulación (y en general), es la educación. Mantente informado a través de fuentes diversas y confiables. Lee, investiga y aprende de expertos en diferentes campos. Los libros siempre son una buena opción; sea cual sea tu preferencia, siempre hay un libro esperando para ti. Por otro lado, si bien hemos comentado que vivimos en la era de la sobreinformación, también podemos usarlo para nuestro beneficio. Hoy, tenemos en nuestro bolsillo un sin fin de información que, empleada de la forma correcta, nos otorga un conocimiento sin límites. Recuerda que la ignorancia nos hace más vulnerables, mientras que el conocimiento amplía nuestras posibilidades de elección.

Punto 4: Cuida tu entorno y tu mente
Las conversaciones sobre el tiempo están bien para aliviar la incomodidad de subir hasta el sexto con tu vecino, pero en el día a día, intenta rodearte de personas que busquen cuestionar y analizar la realidad. Desde conversaciones profundas sobre ovnis con tu grupo de amigos una noche de verano, hasta un debate amistoso con alguien cuyas ideas difieran de las tuyas. Un entorno adecuado suma y nutre tu mente. Y hablando de la mente, al igual que el entorno, también es preciso cuidarla de forma adecuada. Ten en cuenta que muchas tácticas de manipulación emocional se apoyan en la inseguridad personal. Trabajar en tu autoconocimiento, confianza y autoestima te protegerá y evitará que caigas en las redes de una mente manipuladora.

Amplia tu consciencia

Debes tener en cuenta que protegerse de la manipulación no significa desconfiar de todo en todo momento, sino de ser consciente de cómo se intenta influir en nosotros. Al educarnos, reflexionar críticamente y cuidar nuestra mente, nos volvemos menos vulnerables y más capaces de tomar decisiones informadas y auténticas.

Espero que este blog te haya servido de ayuda y evite que caigas en manipulaciones que puedan hacerte daño tanto a ti, como a las personas que quieres.
Dicho esto, gracias por acompañarme un día más, y nos vemos en la próxima.