Principios estoicos que cambiarán tu vida
¿Alguna vez has oído hablar del estoicismo?
Es curioso como al navegar por las redes encontramos innumerables creadores de contenido hablando de como el estoicismo les ha cambiado la vida…
¿Por qué resulta tan atractivo?
¿Qué misterios esconde esta corriente filosófica?
Hoy, vamos a estudiar los principios más importantes de esta filosofía antigua, para aplicarlos en nuestro día a día.
Acompáñame.
¿Qué es el Estoicismo?
Empecemos por lo más básico.
El estoicismo es una corriente filosófica fundada por Zenón de Citio en el siglo III a.C. en Atenas.
Nació como una respuesta a los problemas de la vida cotidiana y estaba enfocada en conseguir vivir una vida virtuosa.
Solo con esto, ya nos podemos hacer una idea de porque sigue siendo una corriente tan popular hoy en día.
Entre los filósofos estoicos más conocidos encontramos a Epicteto, un esclavo liberado cuyas enseñanzas se centran en la libertad interior;
Séneca, un político romano que escribió sobre cómo enfrentar las adversidades;
Marco Aurelio, el emperador-filósofo que aplicó estos principios mientras gobernaba Roma.
El estoicismo tiene ciertos principios clave muy interesantes que se deben dominar para poder vivir acorde con esta filosofía.
Vamos a verlos.
1. La dicotomía del control
¿Cuántos de vosotros intentáis controlar constantemente situaciones que escapan a vuestro control?
Para vivir como un estoico, es necesario que tengamos la capacidad de distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no.
Los estoicos creen que solo debemos preocuparnos por nuestras propias acciones, pensamientos y actitudes, ya que estos son los únicos aspectos sobre los que tenemos verdadero control.
Por ejemplo, no podemos controlar el comportamiento de los demás o los eventos externos, pero sí podemos controlar cómo respondemos a ellos.
Este principio puede otorgarnos grandes beneficios en nuestro día a día, ya que nos ayuda a reducir tanto el estrés como la ansiedad al liberarnos, centrando todas nuestras energías en lo que realmente podemos influir.
Por otro lado, este enfoque también es un gran aliado para aumentar nuestra tolerancia a la frustración.
Piensa que cuando realmente comprendemos que existen cosas en la vida que no podemos controlar, y vivimos de verdad con este principio bien integrado en nuestra mente, la frustración que implica esa necesidad de controlar todo a cada paso que damos se desvanece.
Por ejemplo, imagina que tu empresa está atravesando una reestructuración.
Tú has entrado hace poco y temes perder tu empleo.
Puedes ponerte en lo peor, y vivir en el futuro pensando que lo más probable es que te echen;
puedes sentir esa ansiedad y frustración al saber que es algo casi inevitable, o puedes cambiar el enfoque.
En lugar de preocuparte por algo que no puedes controlar, decides enfocarte en mejorar tus habilidades y en aprender nuevas para aportar el máximo valor posible.
Si, esto no cambia el futuro, pero te prepara mejor para él, pase lo que pase.
No pongas la tirita antes de ver la herida, y céntrate en lo que puedes controlar.
2. Virtud
Para los estoicos, la virtud es el mayor bien y la clave para una vida plena.
La virtud se entiende como la excelencia moral y se compone de cuatro cualidades cardinales: sabiduría, justicia, coraje y templanza.
Pero mejor vamos uno a uno.
Punto 1: Sabiduría
La sabiduría es la capacidad de tomar decisiones basadas en el conocimiento y la razón.
La búsqueda de la sabiduría es un aspecto crucial del estoicismo.
Puede aplicarse de manera práctica mediante la reflexión crítica sobre nuestras propias creencias y sistemas de pensamiento.
Con el pasar del tiempo, nos enfrentamos a diversas situaciones y circunstancias que van conformando nuestra forma de ver el mundo.
Digamos que cada uno lleva puestas sus gafas a través de las cuales ve la vida y procesa el día a día.
Esto puede ser un arma de doble filo, ya que la comodidad nos lleva a ser cada vez menos flexibles en nuestras ideas, y esto mutila nuestra capacidad de aprender sobre nuevas perspectivas que pueden resultar beneficiosas.
Nos lleva a estancarnos, algo que no suele ser bueno.
Te invito a debatir con gente que tenga ideas contrarias a las tuyas.
Lucha contra la disonancia cognitiva y escucha desde la lógica y la razón.
Obtendrás más conocimiento y podrás hablar desde la verdad. Abre tu mente desde el respeto, y lucha contra ideas preconcebidas.
El conocimiento y la sabiduría pueden traer paz a tu vida, no lo olvides.
Punto 2: Justicia
Ser justo significa actuar con equidad y tratar a los demás con respeto y honestidad.
Las relaciones interpersonales están presentes a cada paso que damos: cuando vamos al médico, al entrar en un restaurante o incluso cuando le damos indicaciones a un turista perdido.
El caso, es que la vida está llena de oportunidades para tratar de forma correcta a otras personas:
desde tratar bien al camarero que te sirve la comida, hasta hacer un cumplido a una persona a la que ves por la calle y que no conoces de nada.
No conocemos las situaciones que están atravesando esas personas, y un gesto de cordialidad, aunque trivial, puede alegrarles el día.
Solo por esa posibilidad, merece la pena ponerle al mundo una sonrisa.
Por otro lado, la vida está llena de injusticias, eso todos lo tenemos muy claro, pero aunque muchas escapen a nuestro control, debemos estar preparados para luchar contra aquellas injusticias que ocurren en nuestra vida cotidiana.
Si por ejemplo ves a alguien por la calle actuando de mala fe contra otra persona, puedes vencer el miedo y defender a esa persona haciendo justicia.
Ayudar siempre es gratificante, y aplicarlo a tu vida puede cambiarte por completo.
Punto 3: Coraje
La vida está llena de adversidades, y el coraje es esa valentía que nos ayuda a enfrentar cada desafío desde la fortaleza.
No siempre estamos preparados para las circunstancias en las que nos vemos inmersos por una razón u otra, pero debemos comprender que cada situación es una oportunidad para aprender algo nuevo.
Gracias a los aprendizajes y conocimientos que saquemos podremos afrontar situaciones futuras con nuevas habilidades que ahora están en nuestra mochila de herramientas.
Lo que sí que está claro es que si no nos armamos de coraje, no podremos beneficiarnos de los conocimientos que nos ofrece la experiencia.
Por lo que hoy, os animo a buscar esas situaciones que habéis dejado de lado por miedo a afrontarlas; a dar un paso adelante, y a enfrentarlas con coraje.
A menudo, esas situaciones no son tan terribles como pensamos.
Punto 4: Templanza
La templanza implica moderación y autocontrol en nuestras acciones y deseos.
Hoy en día buscamos gratificación instantánea a cada paso que damos.
Las adicciones de la vida moderna nos alejan del autocontrol, y lideran nuestros impulsos a cada momento.
Buscar un equilibrio es esencial para no caer en la espiral de una vida de excesos.
Por ejemplo, en lugar de pasar horas en redes sociales, establece límites diarios para el tiempo de pantalla y dedica tiempo a actividades más productivas como leer, aprender una nueva habilidad o hacer ejercicio.
Esto te ayudará a ser consciente de todo el tiempo que perdemos en actividades que no nos aportan nada bueno, en un bucle sin fin del que a veces parecemos esclavos.
La templanza ayuda a mantener el equilibrio en tu vida, y el equilibrio es salud.
3. Ataraxia
El estoicismo enseña la importancia del desapego emocional, conocido como ataraxia, que es un estado de tranquilidad y libertad de perturbaciones emocionales.
Los estoicos no promueven la indiferencia, sino la capacidad de no dejarnos dominar por nuestras emociones.
Por ejemplo, en lugar de dejarnos llevar por la ira o la tristeza, los estoicos sugieren observar estas emociones, entender su origen y luego dejarlas ir.
Este desapego nos permite mantener la calma y la claridad mental, incluso en situaciones difíciles.
Es una herramienta que puede ser de gran utilidad en diversas áreas de la vida, como en los negocios o en las relaciones personales.
Por ejemplo, si recibes una crítica por parte de un amigo, familiar o incluso tu jefe, intenta no reaccionar con ira o tristeza, ya que esto no soluciona nada.
En cambio, intenta ver la crítica de forma objetiva.
– ¿Es constructiva?
– ¿Puedes aprender algo de ella?
Si es así, puedes beneficiarte de ella y mejorar como persona o como trabajador.
En cambio, si la intención de la crítica solo es hacer daño, lo más probable es que la otra persona esté proyectando en ti sus propias inseguridades o frustraciones, por lo que confrontar no te va a llevar a ningún sitio.
En estos casos, lo mejor es dejar ir las emociones negativas y seguir adelante.
4. Memento Mori
Imagina que cada mañana te despiertas con 86.400€ en tu cuenta bancaria.
Al final del día, el dinero que no hayas gastado desaparecerá.
Estoy seguro de que aprovecharías al máximo cada euro.
De la misma forma, cada día la vida te regala 86.400 segundos.
No puedes recuperar el tiempo, pero puedes invertirlo de la mejor forma posible.
El concepto de Memento Mori quiere decir literalmente “recuerda que morirás”.
Aunque a simple vista parezca que este principio busca deprimirnos, en realidad nos ayuda a valorar más el presente y el concepto del tiempo, para lograr vivir de una manera más consciente y significativa.
Recordar nuestra mortalidad nos motiva a aprovechar el tiempo que tenemos, a enfocarnos en lo que realmente importa y a dejar de lado las preocupaciones triviales.
Es una llamada a vivir plenamente, con intención y propósito.
Esto nos impulsa a tomar acción en vez de posponer nuestros sueños y metas.
A menudo, no perseguimos nuestras pasiones, ya sea por miedo al qué dirán, o porque no encontramos la energía necesaria para ello.
Pero si estás esperando al momento perfecto, recuerda que ese momento es el ahora.
Por otro lado, tomar conciencia nos invita a pasar más tiempo con nuestros seres queridos, a disfrutar de cada momento con ellos y a crear recuerdos que perduren por siempre en nuestra mente.
5. Amor Fati
Otro principio muy interesante es el de Amor Fati, que quiere decir literalmente “amor al destino”.
La idea central de este principio es aceptar y amar todo lo que sucede, incluso las dificultades y adversidades.
Los estoicos creen que todo lo que ocurre es una parte esencial del gran orden del universo y debe ser recibido con gratitud.
Aunque no estemos de acuerdo, este principio nos enseña a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento y a aceptar los eventos externos con serenidad.
Practicar el Amor Fati nos ayuda a desarrollar resiliencia y a encontrar paz en cualquier circunstancia.
Muchas religiones y creencias nos invitan a aceptar y perdonar sin importar lo difícil que nos lo ponga la vida.
En los casos más graves, como por ejemplo cuando alguien hace daño a nuestra familia, vemos imposible el perdón;
la sangre nos hierve y nos consume la rabia y la necesidad de venganza.
Esta es una respuesta normal.
Pero si tantas creencias o corrientes coinciden en la necesidad del perdón y la aceptación…
Es porque es la forma más sana de afrontar los acontecimientos adversos que por forman parte de la vida y escapan a nuestro control.
En caso contrario, acabaremos consumidos por esas emociones negativas de forma ineludible.
Todavía me acuerdo del día que vi a un señor perdonando a otro hombre en medio de un juicio, por haber hecho daño a su hija quien ya, por desgracia, no está entre nosotros.
El resto de los mortales ni concebimos esa posibilidad,
Pero aun estando o no de acuerdo, es innegable la fuerza y capacidad de este señor para afrontar esa difícil y tan dura situación de esa forma.
Poder afrontar situaciones tan graves de forma sana es posible, pero para llegar a este extremo debemos aprender a manejarnos bien en las pequeñas dificultades que todos atravesamos cada día.
La práctica y reflexión diarias son necesarias, ya que solo con tiempo, una gran dedicación y fuerza de voluntad, podemos llegar a aceptar el destino.
Fortaleza Emocional
Al incorporar estos principios en nuestra vida diaria, podemos desarrollar una mayor fortaleza emocional, claridad mental y bienestar general.
El estoicismo no es solo una filosofía antigua, sino una guía práctica para enfrentar los desafíos de la vida moderna con sabiduría y resiliencia.
Dejo en vuestras manos reflexionar y poner en práctica cada punto que hemos ido viendo a lo largo del vídeo.
Gracias por acompañarme un día más, y nos vemos en la próxima.